1. Disminuye el impacto en la organización: Los resultados son más rápidos, se reducen los riesgos y la empresa tiene mayor capacidad de absorber las estrategias de marketing que se diseñen.
  2. Espacio físico en la empresa: Aunque parezca una ventaja menor, en las pequeñas y medianas empresas, el hecho de disponer de un departamento fuera de la empresa supone un desahogo importante para la plantilla.
  3. Coste cero en formación e innovación tecnológica: Al disponer de un equipo de marketing especializado externo la empresa no gasta en la formación de su personal ni en la adquisición de nuevas herramientas para llevar a cabo sus planes de estrategia.
  4. Ahorro: No es necesario mantener un departamento de manera constante, solo cuando haya proyectos en activo. El cliente paga los servicios que necesite en función de sus objetivos, carencias y fortalezas, de esta forma se centra en su actividad principal y deja en manos de expertos aspectos muy específicos.
  5. Flexibilidad del equipo con nuevas aportaciones continuas: El departamento externo de marketing siempre contará con los mejores talentos y las mejores aportaciones sin que la empresa tenga ninguna responsabilidad de gestión.
  6. Ahorro: No es necesario mantener un departamento de manera constante, solo cuando haya proyectos en activo. El cliente paga los servicios que necesite en función de sus objetivos, carencias y fortalezas, de esta forma se centra en su actividad principal y deja en manos de expertos aspectos muy específicos.

¿Cuándo comenzamos?

Autor: MBA. Juan Luis Guerra, Director Gerente de Marketing.

Fuente: Momentum

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